Para ello, el programador se vale de los elementos interactivos y de efectos animados del software con el que cuentan y, además, poseen el ingrediente más importante: su imaginación.
En los artículos anteriores, hemos hablado sobre el rol que juega el área de Diseño Instruccional, Diseño Gráfico y Calidad, pero aún no hemos profundizado de qué se encarga el área de Programación y qué tan importantes son sus funciones dentro de la creación de los cursos y proyectos e-learning.
El proceso de programación es el último paso a realizar, y su objetivo debe ser el de motivar al usuario, ubicarlo en el proceso o precisar en qué parte del camino se encuentra, qué es lo que se ha visto y qué es lo que vendrá. En pocas palabras, que tenga la mejor experiencia de aprendizaje.
Para ello, el programador se vale de los elementos interactivos y de efectos animados del software con el que cuentan y, además, poseen el ingrediente más importante: su imaginación.
Para lograr lo dicho anteriormente, la clave más importante es haber planteado bien un storyboard o guion, ya que, en ese momento, se presenta la idea clara: en qué momento se va a establecer la acción (interacciones) antes de pasar a la programación. Por ejemplo, si se tiene un juego o una serie de retos que se tienen que conseguir para poder seguir avanzando en el curso, estas indicaciones deben precisarse en el guion para el programador.
Particularmente, al programar cursos e-learning, ya sean solo de contenido o juegos interactivos con pocas o muchas interacciones, el programador se sitúa en la idea de programar un videojuego, ya que al momento de revisar el guion e ir desarrollando escena por escena, piensa en todas las posibles interacciones, variantes o caminos que podría realizar el usuario, sobre todo si hay ejercicios opción múltiple, donde se tiene que situar en todas las posibles combinaciones de respuestas correctas o incorrectas para que no haya ninguna falla y, de esa forma, asegurarse de entregar un curso completo y agradable a la experiencia del usuario.
Por otro lado, la interfaz debe ser intuitiva y los elementos interactivos fácilmente detectables, por ejemplo, mediante un botón de ayuda donde se muestre claramente. Del mismo modo, deben evidenciarse y reconocerse fácilmente cuáles son los elementos clave para avanzar en el curso. Para este fin, es necesario que estos elementos tengan un efecto de luz para guiar al usuario visualmente en la parte que tengan que hacer clic para continuar.
Otro factor clave es el orden. Muchas veces al programador le ha tocado corregir o cambiar parte de la programación donde, por más sencillo que sea el cambio, es mucho el tiempo que se invierte, por ejemplo, buscando el elemento a cambiar, puesto que sin un orden en el nombre de los elementos o, peor aún, en el código que se usa para programar, ya sean las variables o accionadores, o sumado a elementos sin nombre, genera que algo muy simple tome muchas horas corregirlo hasta lograr lo esperado.
Finalmente, y lo más importante al terminar de programar: el programador revisa que todas las interacciones funcionen correctamente. Imaginemos que tenemos un curso programado y que en cierta parte del tema hay un botón que lleva al siguiente nivel, pero no funciona. En esta situación, el usuario no va a poder continuar su aprendizaje. Por eso, no solo basta con revisar la programación al momento que se está programando esa escena en particular, sino que es muy importante darle una revisión final al trabajo terminado en conjunto, como si los programadores fueran el usuario final.
En este punto, es necesario señalar que el software a usar para crear los cursos e-learning no solo va a ser un contenedor de la información que deben aprender los usuarios, sino que es un espacio de aprendizaje interactivo e integral. En otros términos, es un escenario en donde ellos van a acceder a un contenido, a actividades, y debe ser programado de una forma amigable, intuitiva, que cada parte esté bien animada y que sea interactiva.
La persona que ejecuta el curso es como un cineasta del aprendizaje, tiene la libertad de jugar con diferentes ángulos, con elementos visuales para enriquecer el material; es decir, tienen que tener presente que se está contando una historia, y que debe contarla de la mejor manera posible.
En conclusión, la labor de un programador es fundamental para darle vida y movimiento a cada proyecto de e-learning, ya sean infografías interactivas, multimedia, simuladores, videos motion graphic, ejercicios interactivos y juegos interactivos. En Captura, tenemos un gran número de programadores que están aquí para hacer que tus cursos sean atractivos y de calidad.